Cuando era niño jugaba a que era un caballero.
Mi armadura era la caja de cartón de la aspiradora.
Mi casco el recipiente para lavar la ensalada.
Mi montura el lampazo para lustrar la entrada de mi casa.
Y mi espada era la regla de la escuela de mi hermana.
Cuando era niño jugaba a que era un caballero.
Me desataba en guerras interminables
contra los sillones del living de mi casa.
Peleaba junto a mi hermano,
contra los enemigos de nuestra infancia.
Pero ellos al final ganaron la batalla.
Cuando era un niño jugaba a que era un caballero.
Tenía el honor, la doncella y la espada.
Nada mas quería, nada mas me faltaba.
Lo único que anhelaba estaba ahí,
y allí se realizaba.
Cuando era un niño jugaba a que era un caballero.
Me adentraba en un mundo que sólo me admiraba.
Ellos solo deseaban, que fuera su guerrero y su protector.
Que los defendiera de los embates del enemigo
que los quería hacer desaparecer.
Que avanzaba con sus temibles huestes al grito de:
“Es hora de crecer”.
Cuando era un niño jugaba a que era un caballero.
Eso era cuando era niño.
Cuando era un niño jugaba a que era un caballero,
ahora que soy grande juego a que soy un niño y cada tanto,
cuando vuelvo a ser niño, me convierto en Caballero.
muy lindo
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Muchas gracias 🙂
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Un gran caballero. Me gusto y feliz martes.
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Muchísimas gracias. Abrazo.
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Genial.
Tengo algo del mismo tópico que aún no he publicado, pero tú lo has plasmado de una forma brillante.
Felicidades.
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Muchísimas gracias Luis. Gracias por pasar y comentar. Abrazo.
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Bonito juego de palabras y de sentimientos.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo mi amigo
Besitos
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Muchísimas gracias amiga :D. Me alegro mucho que te haya gustado. Gracias por pasar siempre. Abrazo.
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