Yo amo.
Tú amas.
Él/Ella ama.
Nosotros amamos.
Vosotros amáis.
Ellos aman.
Todos amamos
a nuestros perros, gatos o canarios.
Todos amamos
a nuestras mascotas.
Todos amamos
aquello que nos rodea y sentimos semejante.
¿Pero acaso amamos a nuestras cucarachas,
las que también habitan nuestra casa?
Y a los parásitos que están en nuestro cuerpo, ¿acaso los amamos?
Al fin de cuentas incluso ellos son más cercanos.
¿O a los virus y bacterias que constantemente desinfectamos?
No, a ellos definitivamente no los amamos.
Y entonces,
¿por qué pensamos que somos amados por dioses de antaño
que ni siquiera se han percatado que somos sus parásitos?
muy buena reflexión! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
El ser humano necesita sentir que alguien lo protege y lo ama para no sentirse desamparado.
Por eso siempre existieron las religiones.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Estoy completamente de acuerdo. Creo que como decís eso surge de la necesidad de no sentirnos desprotegidos. Nos cuesta afrontar la vida por nuestra cuenta, ni hablar de enfrentar la muerte. Creo que las religiones existen no tanto por el miedo a la muerte, sino por el miedo a la inexistencia. Preferimos ir al «infierno» a desintegrarnos en la nada y por eso nos inventamos las religiones. Gracias por pasar y comentar.
Me gustaMe gusta